Las empresas concesionarias de servicios sanitarios agrupadas en Andess lanzaron un protocolo de coordinación y comunicación ante emergencias para afrontar de la forma más eficaz posible fenómenos climáticos u otros eventos de la naturaleza que amenacen el normal abastecimiento de agua potable, mitigar el impacto de eventuales cortes y restablecer el servicio a la brevedad cuando este se vea interrumpido.

Orientado a la atención de los incidentes que afectan las operaciones relativas a la producción y distribución de agua potable, recolección y tratamiento de aguas servidas, el Plan de Gestión de Incidentes y Emergencias (PGIE) establece el marco general para reportar, enfrentar y comunicar a las autoridades y a la comunidad los eventos naturales o producidos por terceros que puedan afectar la infraestructura sanitaria y en consecuencia, a las personas.

Según el presidente ejecutivo de Andess A.G., Víctor Galilea, “el protocolo responde a los estándares a los que la industria sanitaria aspira respecto de su servicio y a su compromiso con sus clientes, buscando anticiparnos a posibles problemas que sabemos necesitan de una respuesta coordinada y certera”.

Su diseño apunta a desplegar con máxima eficacia los procesos que permitan llevar nuevamente el agua a los clientes, identificando en detalle  mecanismos de abastecimiento alternativo, como por ejemplo, distribución a través de camiones aljibe, puntos de instalación de estanques y responsabilidad por el buen uso y resguardo de éstos.

En este sentido, Galilea explica que “buscamos anticiparnos a las emergencias, y si la envergadura de la crisis es tal que no es posible evitar una interrupción del servicio, que este se restablezca lo más rápido posible”. El presidente del gremio de las empresas sanitarias recordó que no sólo Chile es un país sísmico, sino que en los últimos años los eventos hidrometeorológicos se han vuelto más intensos y frecuentes. “Los efectos del cambio climático son reales y debemos trabajar para hacerles frente. Lo hemos visto con particular fuerza en el norte del país, donde comunidades enteras han sufrido los embates de lluvias raras para la región, y nuestro compromiso es que, a pesar del desastre, cuenten con el servicio más esencial de todos, que es el agua, cuanto antes”, señaló.

En el contexto del plan, cada empresa sanitaria integra el Comité Operativo de Emergencia (COE) respectivo de su región, el cual está formado por distintos representantes de organismos y servicios que son parte del Sistema de Protección Civil, coordinados por la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi). Sumar los recursos público-privados en una red coordinada hace más efectiva la respuesta ante una emergencia.

Plan de Comunicaciones en Emergencias

Un aspecto importante dentro del PGIE es la búsqueda de mejoras en los sistemas de alertas y  definición de mensajes a la comunidad, para que los usuarios puedan preparase con la mayor antelación posible ante eventuales cortes masivos de agua potable.

De cara a situaciones de emergencia como turbiedad, rotura de matriz, problemas en alcantarillado u otros eventos críticos, las empresas sanitarias activan un protocolo de comunicación que contempla, según la severidad de la amenaza, distintos canales como plataformas digitales, sitios web, correos electrónicos, vocerías corporativas ante los medios y comunicados de prensa.

Asimismo, establece una comunicación a las distintas autoridades, entre ellas el Superintendente de Servicios Sanitarios (o su representante local), intendentes regionales, y los ministros del MOP, Educación, Salud e Interior (en los casos que corresponda), así como a los respectivos Seremis, alcaldes y jefes de emergencia municipales, juntas de vecinos y otras organizaciones sociales.

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