Edición Nº10, 24 de Mayo 2010
 



El compromiso de la industria frente al terremoto

El presidente de Andess analiza en esta columna el contexto de la industria luego del terremoto y su capacidad de reacción para reponer el servicio a los clientes afectados.

Ante la compleja situación que afectó al país el 27 de febrero, la industria sanitaria asumió no sólo como una obligación, sino especialmente con un alto sentido de responsabilidad y compromiso, trabajar para reestablecer el servicio de agua potable afectado desde el terremoto. Los primeros días luego del sismo fueron complejos ya que el trabajo, sobre todo del Gran Concepción, se complicó debido a una situación inicial de inseguridad ciudadana.

Las empresas sanitarias, sus trabajadores y ejecutivos dieron muestras de profesionalismo en esa tarea tan crítica para la calidad de vida de la población afectada. Pese a la enorme magnitud del movimiento –no olvidemos que fue catalogado como el quinto más devastador de la historia moderna- apenas 72 horas después, el 2 de marzo, había un 87,5% del suministro repuesto en la zona afectada –entre las regiones de Valparaíso y de La Araucanía-.

A cinco días del movimiento telúrico, el 90% del servicio estaba restablecido, y las regiones de Valparaíso, Metropolitana, de O’Higgins y de La Araucanía, contaban con un 100% de servicio, mientras las más afectadas, del Maule y del Biobío, con un 80% y 47%, respectivamente.

Para lograr lo anterior, se requirió también coordinación con la autoridad, por ejemplo, para llegar con camiones aljibe con agua potable a lugares aislados o bajo toque de queda.

Desde nuestra perspectiva, las empresas sanitarias respondieron con eficiencia a los requerimientos de reposición del servicio de agua potable, por ejemplo, si se realiza una comparación con la industria sanitaria de otros países en circunstancias de catástrofe. Tal es el caso de Japón, cuyas instalaciones de agua potable se vieron seriamente dañadas luego del terremoto de 7,2 grados Richter, registrado en 1995. En dicha oportunidad los servicios sanitarios se reestablecieron recién luego de tres meses. Al revisar el comportamiento de la industria tras el terremoto, es preciso reconocer que en tres regiones fue puesta a prueba toda la capacidad de una sola empresa. Se trata de Essbio-Nuevosur y su trabajo en las regiones de O’Higgins, del Maule y del Biobío. El compromiso de sus colaboradores ha permitido ir solucionando sostenidamente la reposición del servicio en la zona más críticamente afectadas por el terremoto. A esto, se sumó la colaboración de otros asociados a ANDESS.

Sabemos que existen lugares como Talcahuano y Arauco, donde la tarea de reposición fue más lenta, pues ésas fueron las comunas en las que más devastación provocaron tanto el sismo como el tsunami. Aún así, el reestablecimiento del servicio se encuentra hoy prácticamente normalizado y en los próximos meses el sistema debería estar completamente estabilizado.

Desde el punto de vista de los costos, la infraestructura perjudicada se ha calculado entre US$100 millones a US$120 millones aproximadamente, considerando redes, plantas y estanques, entre otras instalaciones. Las sanitarias, cuya gestión está mayoritariamente en manos del sector privado, han acudido a sus seguros para reponer la infraestructura dañada de manera rápida, sin que ello impacte a los usuarios.

De todas formas, una vez completado el 100% de suministro, podremos disponer de una cuantificación más precisa y en detalle de estos costos. Hoy, la tarea es alcanzar ese 100% con el objetivo de disponer del mejor servicio para los chilenos afectados.

Guillermo Pickering, presidente ejecutivo de Andess.

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