Cada vez que llueve de forma intensa en algunas zonas urbanas del país, como la Región Metropolitana, se provocan inundaciones y muchas familias son afectadas por el anegamiento de las redes de alcantarillado que deben recibir la presión de aguas para las que no están diseñadas.
Dos de los principales factores por los que se origina este escenario es, en primer término, el crecimiento inorgánico de los centros poblacionales que extienden su capacidad territorial sin una debida planificación, alterando las vías naturales de drenaje y no incorporando el equipamiento para manejar las aguas lluvia; y en segundo lugar, la falta de limpieza y mantención de los resumideros, dado que en la mayoría de los casos las municipalidades no cuentan con el presupuesto suficiente para ello.
A lo anterior, se suma el vacío legal en que se encuentra el tema de las aguas lluvias, debido a que no es responsabilidad de las empresas sanitarias resolver el déficit de infraestructura que presenta el país en este ámbito, tema relativamente complejo debido a que implica aspectos como el comportamiento de las precipitaciones, caudales involucrados, capacidad de las obras y el costo de inversión asociado a las mismas.
Frente a esta realidad, es importante contar con una solución definitiva que solucione dicha problemática, lo que necesariamente pasa por la fijación de políticas públicas, el diseño de un marco regulatorio y la construcción de infraestructura para alcanzar definiciones de largo plazo, orientadas al diseño de planes integrales que terminen con las inundaciones.
La tendencia mundial actual considera las aguas lluvia como un recurso urbano, enfoque que pretende enfrentar las causas más que los síntomas, buscando minimizar las externalidades negativas del proceso de urbanización y aplicando técnicas eficientes de gestión de aguas lluvia, como las utilizadas en Francia y Estados Unidos. De hecho, en la actualidad todas las soluciones colocan el énfasis en lo que se denomina “urbanizaciones de bajo impacto” para el diseño de las ciudades, que además contribuyen al cuidado del medioambiente.
Los distintos actores involucrados (autoridades gubernamentales, organismos públicos y sector privado) deben tomar conciencia de la relevancia que tiene para el desarrollo del país la correcta planificación de las ciudades y la inversión en sistemas de drenaje, en virtud del retorno social que involucra. Es por eso que Andess, a partir de su experiencia como organismo representante de las empresas de servicios sanitarios, tiene la plena disposición a colaborar en este proceso de discusión, a fin de evitar que llegue nuevamente la estación estival y el debate se diluya hasta el próximo invierno.
Guillermo Pickering
Presidente ejecutivo de Andess
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