A seis meses del mega incendio registrado en Valparaíso, aún están a la vista los devastadores efectos de las llamas. Fueron días arduos, de trabajo intenso, pero también de mucho dolor. Quince personas murieron en la tragedia y otras 2.500 familias perdieron sus hogares. Un hecho que ha dejado profunda huella en la historia de nuestra ciudad.
Las emergencias suelen ser un potente movilizador para los chilenos, y este caso no fue la excepción. Junto a todo un país que volcó su solidaridad para la Región de Valparaíso, como empresa comprometida con la región, trabajamos codo a codo con las autoridades, bomberos y cientos de voluntarios.
Para el equipo en Esval fue un gran desafío. Entregamos más de 150 millones de litros de agua para combatir el incendio y debimos decidir, en conjunto con las autoridades, extensos cortes de suministro lejos de la zona del incendio para permitir que Bomberos pudiera contener las llamas. Otras sanitarias también se sumaron a este esfuerzo.
No sólo eso. Nuestras instalaciones en el Cerro Ramaditas estuvieron en severo riesgo, a minutos de ser arrasadas por el fuego. El trabajo conjunto con todos los actores involucrados fue clave para defender nuestra planta y seguir prestando el servicio que –en medio del fuego- se volvió fundamental para la sobrevivencia de la ciudad.
Una vez apagado el incendio… cenizas y desolación. Sólo quedaba ayudar con lo que podíamos: entregar agua en el lugar y los albergues, y condonar la deuda de los damnificados. Fue nuestro modesto aporte.
La tarea está lejos de terminar y, sin duda, nos ha dejado varias lecciones. Como empresa tomamos aún mayor conciencia de la importancia de nuestro compromiso con la comunidad y la región, pero también del deber ético que tenemos como fuerza viva de la ciudad, aportando a su desarrollo planificado y sustentable, que va más allá de entregar nuestro servicio habitual a los clientes.
Desde abril a la fecha, hemos seguido trabajando en los cerros, buscando ser un aporte real al rediseño de la zona siniestrada, evaluando las mejores opciones para la ciudad y poniendo todos nuestros esfuerzos para lograr que las familias afectadas vuelvan a la normalidad lo antes posible, y tengan un futuro estable y acorde a lo que esta gran ciudad se merece. Las emergencias son parte de la historia de esta comuna pero, con la ayuda de todos, ésta puede ser la emergencia que cambie la historia de Valparaíso.
José Luis Murillo, Gerente General de Esval
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