• Tras el evento extremo “río atmosférico” que vivió Santiago el último fin de semana de enero, la empresa de servicios sanitarios puso a prueba toda su infraestructura para dar respaldo y resiliencia a Santiago. Asimismo, continúa trabajando para reforzar el suministro frente a emergencias derivadas del cambio climático.

Con 40 milímetros de lluvia caída en la ciudad, en apenas 24 horas, y 90 milímetros a la altura del Embalse del Yeso, el fenómeno del “río atmosférico” de fines de enero, marcó un récord histórico por sus cifras en un mes en que el promedio es de menos de 1 milímetro de lluvia caída, desde que existe registro.

A lo anterior se suma que los máximos de turbiedad en los principales cauces de la Región Metropolitana también marcaron cifras jamás antes vistas. En el caso del río Maipo la turbiedad llegó a las 61.000 UNT (unidades netas de turbiedad), mientras que en el Mapocho marcó 153.000 UNT.

Los efectos del cambio climático se han hecho sentir cada vez con más fuerza en la zona central del país. Entre ellos, la mega sequía que se extiende por más de doce años y eventos de turbiedad extrema en los ríos, además de nuevas manifestaciones cada vez más intensas y extremas que exigen que se siga trabajando en un plan de adaptación para contar con una ciudad cada vez más preparada. Un desafío que Aguas Andinas ha trabajado a través de un ambicioso plan de acción y en el cual ha invertido cerca de US$ 150 millones, mientras que tiene identificadas otras oportunidades por US$ 500 millones para los próximos 5 años.

Durante la emergencia del río atmosférico, la infraestructura de respaldo con la que cuenta la sanitaria, y entre la que destacan los Mega Estanques de Pirque, permitió entregar más de 34 horas de autonomía para los más de 7 millones de habitantes del Gran Santiago. Con ello, se registró solo una interrupción de suministro acotada, debido a la turbiedad extrema registrada en el río Mapocho, para cerca 4 mil clientes y con una duración de menos de 24 horas.

Aguas Andinas continúa trabajando para reforzar el suministro de cara a los clientes en medio de emergencias climáticas. Entre los proyectos se mencionan los Pozos de Cerro Negro-Lo Mena, que sumarán nuevas horas de respaldo y que se encuentran en proceso de construcción en la comuna de San Bernardo. Se trata de 15 pozos de 300 metros cada uno de profundidad, para entregar respaldo hídrico a más de 400 mil clientes de las comunas de San Bernardo, La Pintana, Puente Alto y El Bosque. Considera una inversión de $31 mil millones de pesos.

La compañía busca alcanzar una meta ambiciosa de, al menos, 48 horas y de hasta 3 meses de autonomía en 2024 a través del proyecto El Manzano-Pirque, que contempla una inversión de $35 mil millones.

La gerenta general de Aguas Andinas, Marta Colet, comentó: “Con las obras de conducción El Manzano – Pirque dispondremos de agua desde el embalse del Yeso, un abastecimiento alternativo y reforzado para la principal planta de agua de nuestra compañía, Las Vizcachas. Con él contaremos con hasta tres meses de resiliencia en el suministro de agua para aquellos clientes que son abastecidos por esa planta, es decir, 52% del total que atiende la compañía, y lo que equivale a más de un 1 millón de hogares demás de 20 comunas de Santiago”.

Del mismo modo, Aguas Andinas dio el vamos a otros proyectos que van en directo beneficio del respaldo hídrico de los habitantes de Santiago. Una de ellas es la Planta San Enrique, que considera dos nuevos estanques para reforzar el suministro a más de siete mil clientes de Lo Barnechea; también se encuentra el Estanque de San Antonio, con el cual se asegurará el suministro a 70 mil clientes con un nuevo estanque de 20.000 m3. Por último, la modernización de la Planta Padre Hurtado, la cual pasará de los actuales 1.300 litros por segundo a 2.300 litros por segundo cuando entre en funcionamiento en junio de 2022, permitiendo además a mejorar la presión y continuidad del suministro.

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