Edición Nº 26, 19 de Diciembre de 2011
 

Guillermo Pickering de la Fuente:


Escasez Hídrica

El Estado y cada sector productivo deben asumir los desafíos que impone el uso eficiente del agua en un escenario de escasez hídrica. Lejos de ser pasajera, esta realidad llegó para quedarse con nosotros. Enfrentarla y adaptarnos a ella hoy es nuestra responsabilidad con las futuras generaciones de chilenos que heredarán el país que les leguemos.


La preocupación por la escasez hídrica es real. A los efectos del proceso de cambio climático que afecta al planeta, debemos agregar que en los últimos tres años Chile ha enfrentado una hidrología seca.

Todas las estimaciones indican que el fenómeno de La Niña va a persistir en 2012. Esta situación enfría las aguas del mar, disminuyendo la probabilidad de lluvias y, por tanto, la cantidad de agua dulce. Pero también es preciso aclarar que la situación de escasez no afecta a todo el país. Se concentra entre las regiones de Atacama y del Biobío.

En este territorio se concentra cerca del 60% del volumen de agua del país para usos no consuntivos utilizados por los diferentes sectores productivos, siendo en este caso sólo un 3% destinado al sector sanitario para la producción de agua potable.

Las cifras no varían cuando las llevamos a la realidad general del país. De menor a mayor uso de agua disponible, las compañías sanitarias abastecen a la población urbana con el 5% del recurso; la minería utiliza en sus faenas el 6%; las industrias desarrollan sus actividades con el 12%; y agricultura usa el 77%. Estos datos son relevantes a la hora de dimensionar el foco de las medidas a adoptar por los distintos estamentos y sectores para enfrentar la situación por la cual atravesamos.

Las empresas sanitarias que operan en la zona identificada como de mayor riesgo están realizando y proyectando las inversiones necesarias para asegurar el servicio a la población. Los montos alcanzan el orden de los $13.400 millones. Aquí se incluyen obras como habilitación de pozos, ampliación de estanques, compra de agua cruda, traslado y arriendo de derechos de agua, planes de reducción de pérdidas y campañas de educación a la población, por nombrar algunas.

También es crucial comprender que el área identificada como de mayor riesgo hídrico posee distintas realidades, dependiendo de las características que cada cuenca tiene en particular.

La sustentabilidad del recurso pasa por un manejo integrado de cada cuenca hidrográfica, que es la base territorial real donde se deben discutir y resolver los problemas en torno al agua. El país debe contar con organizaciones y comunidades atentas a lo que ocurre en las cuencas, tanto en sus aguas superficiales como subterráneas.

Imprescindible es adelantarse y evitar consecuencias mayores. En una eventual intensificación del problema en el futuro, unido a la actual fragilidad institucional, es posible que se generen climas de tensión tales, que se pueda llegar a poner en riesgo los acuíferos, con el peligro de perforaciones ilegales que contaminen las aguas.

De allí la urgencia en la creación de una instancia efectiva de coordinación público privada para enfrentar la escasez hídrica como un tema país, con responsabilidades y prerrogativas aceptadas por todos los sectores. A esta instancia se le deben entregar grados de flexibilidad por parte del Estado para disponer de agua para el consumo humano en casos de emergencia. Para las situaciones críticas, se debiera declarar zona de escasez cuando corresponda a objeto de posibilitar el traslado de derecho en aquellos acuíferos que se encuentran cerrados, permitiendo la construcción de obras menores.

En paralelo, el país debe dotar de los recursos necesarios y suficientes para que el Estado ejerza una fiscalización efectiva en relación al uso del agua y su extracción ilegal. Esta debe abarcar a todo el país, pero hay que comenzar por privilegiar las cuencas más complicadas.

El Estado y cada sector productivo deben asumir los desafíos que impone el uso eficiente del agua en un escenario de escasez hídrica. Lejos de ser pasajera, esta realidad llegó para quedarse con nosotros. Enfrentarla y adaptarnos a ella hoy es nuestra responsabilidad con las futuras generaciones de chilenos que heredarán el país que les leguemos.

Guillermo Pickering de la Fuente
Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios
ANDESS A.G.

volver



Rosario Norte 530, oficina 1304, Las Condes. Teléfono: (56 – 2) 202 83 60 Santiago - Chile