Edición Nº 30, 26 de abril de 2012
 


Guillermo Pickering de la Fuente:


Avanzar hacia la gestión "inteligente" de las ciudades y del agua

 

 


Junto con las inversiones que las empresas sanitarias están desplegando para asegurar el abastecimiento de la población en el marco de la escasez hídrica que afecta a una parte del país, las compañías han venido incorporando de manera paulatina en su gestión el concepto "smart cities" (´ciudades inteligentes´, en Inglés), como una respuesta innovadora y de punta a nivel mundial que han adoptado las urbes más avanzadas del planeta.

"Smart cities" implica la gestión "inteligente" de los servicios, mediante sistemas altamente tecnológicos, y que concibe el funcionamiento de una ciudad como un sistema integrado, eficiente, flexible, enfocado en la optimización y el ahorro de los recursos en todos los ámbitos.

Recientemente dimos a conocer esta nueva mirada de la industria sanitaria chilena en el seminario "Smart cities, smart business", organizado por la Cámara Española de Comercio, un debate que, sin duda, debiera convertirse en un desafío país de primera relevancia. Pero existen trabas institucionales que impiden su aplicación y que debemos poner sobre la mesa, tanto para la gestión de las ciudades en general como para la del agua en particular.

Para la ciudad, el principal problema es el actual modelo institucional que se basa en el gobierno de comunas. Las grandes urbes están compuestas por muchas comunas sin límites geográficos perceptibles, cada una de ellas posee su propio plan de desarrollo y sus propias autoridades, con legítimos intereses o enfoques diversos. No existe una entidad dotada de poderes que regule y aplique políticas coherentes en todas las áreas y servicios que la ciudadanía demanda diariamente, sin importar si habitan o trabajan en ésta o en aquella comuna.

Un símil de esta situación es posible constatar en la gestión del agua. En una cuenca, que es la unidad desde donde se extrae el recurso para sus diferentes usos, existen muchos organismos con competencias superpuestas, derechos de aprovechamiento en manos de privados que muchas veces superan la cantidad disponible; un Código de Aguas que requiere perfeccionamientos, organizaciones de usuarios y fiscalización estatal que son preciso fortalecer, además de definir prioridades en el uso de modo de privilegiar el consumo humano, la supervivencia de los ecosistemas y el desarrollo local.

En definitiva, para asegurar la sustentabilidad del recurso se requiere de una entidad que aplique lo que se denomina Gestión Integrada de Recursos Hídricos, comenzando con las cuencas donde existe mayor presión por obtener agua. Desde un tiempo a esta parte se está hablando de verdaderas "guerras del agua" en algunas zonas. Como país, no podemos permitir la existencia de estos verdaderos "polvorines" sociales.

Las respuestas a los problemas que aquejan a las ciudades y a la administración del agua que hemos esbozado están siendo halladas en las principales urbes del mundo gracias a la utilización del concepto de planificación y gestión inteligentes.

En Chile no será posible implantar el modelo "smart cities" si no nos dotamos de institucionalidades potentes, que gestionen de manera coherente y sustentable el desarrollo, crecimiento y bienestar de la población. Estamos hablando de la necesidad de abrir un debate que conduzca a un verdadero cambio de paradigma propio del avance de este siglo.

Mientras este debate se gesta, las compañías ya están incorporando sistemas de telemedición y control urbano para optimizar el uso de las redes de agua potable y de alcantarillado para mejorar su funcionamiento, disminuir pérdidas, detectar puntos críticos y atender oportunamente emergencias. Estos sistemas de monitoreo también son eficientes como alerta temprana en caso de emergencias como inundaciones o aluviones.

Asimismo, la visión "smart cities" ha sido incorporada en las principales plantas de tratamiento de aguas servidas, lo que permite controlar la calidad de las descarga en los cursos de agua. La población comprueba y valora el hecho de que los bordes costeros, los ríos o lagos del país puedan ser usados para su propio esparcimiento con total seguridad.

Levantar la mirada en este modo "inteligente de pensar y ejecutar" para tener ciudades sustentables es tarea de toda la sociedad civil, de las universidades, de la clase política y de todos los sectores productivos. En este proceso, la industria sanitaria está dispuesta a contribuir con su experiencia y know how medio ambiental.

Guillermo Pickering de la Fuente
Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios
ANDESS A.G.

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