Aguas Chañar es la empresa sanitaria que está encargada de administrar las concesiones de servicios sanitarios de la Región de Atacama, con el propósito de producir y distribuir agua potable, recolectar y tratar aguas servidas a 84 mil clientes, beneficiando a más de 300 mil habitantes en la zona con mayor escasez del recurso en el país.

Jorge Icaza, presidente del directorio de la empresa, se refiere al plan de obras y a los desafíos que ha enfrentado esta compañía socia de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios, ANDESS A.G.

¿Cuál es la situación que afronta la Región de Atacama y Aguas Chañar en materia de recursos hídricos y abastecimiento de agua potable a la población?

Atacama es un lugar que se ha hecho famoso a nivel nacional e internacional por la sobrexplotación de la cuenca del río Copiapó. Reflejo de esto es que actualmente hay otorgados derechos por más de 20 mil litros por segundo y la cuenca sólo tiene un ritmo de recarga de 4 mil litros por segundo. Ello, en un contexto legal en que, a diferencia de nuestro país con otros países, es el aseguramiento del agua para consumo humano no es prioridad en el Código de Aguas vigente.

En nuestra empresa hemos trabajado incansablemente en los últimos años por tener agua para entregar a la población, pues nos hemos encontrado con la estrepitosa baja en las napas subterráneas, donde poseemos la mayoría de los derechos de extracción, por lo cual a pesar de haber renovado y construido 22 pozos, nos vimos en la necesidad urgente de emigrar del llamado sector 4 de la cuenca -ubicada en bajo Copiapó y Tierra Amarilla- hacia 20 kms. al norte de Copiapó y 7 kms. hacia la cordillera de Tierra Amarilla.

¿Qué medidas han tomado en particular ante esta situación de escasez?

Previendo este panorama, en 2008 presentamos una propuesta de desalación de agua de mar a las autoridades de la época, la que finalmente no aceptaron, pues su alto costo significaría que tendrían que elevar las tarifas del agua potable para las personas. Entonces, ya no bastaba con seguir perforando pozos a más de 180 metros de profundidad, pues ya no salía agua. Tomamos las medidas necesarias para construir más fuentes productivas en otros sectores. Estas obras no fueron menores, ni tampoco improvisadas y se requirieron de todo un proceso técnico y administrativo que duró varios meses para llegar a ver el resultado final.

¿Cuáles fueron estas obras?

Estas obras las agrupamos en un Plan de Corto Plazo para Abastecimiento de Copiapó, Caldera, Chañaral y Tierra Amarilla, con una inversión de más de $7 mil millones. Entre otras, se puede mencionar el reemplazo de la matriz distribuidora y bomba presurizadora en el estanque Vicuña; la instalación de una bomba presurizadora e impulsión en estanque Manuel Rodríguez; interconexiones para el sondaje de Piedra Colgada 1 a la aducción de Chañaral; cambio de la bomba sondaje Piedra Colgada 1; interconexiones en el sondaje Piedra Colgada nº2 a aducción Caldera; además se efectuó la habilitación e interconexión del sondaje Piedra Colgada 2, 3 y 4 a la planta elevadora de agua potable Piedra Colgada; construimos una planta elevadora de agua potable Piedra Colgada; realizamos la obra y habilitación del sondaje Cerrillos 2 y 3 y el tercer tramo de impulsión Cerrillos; y finalmente construimos y habilitamos los sondajes de Piedra Colgada 4.

¿Cuándo entraron en funcionamiento estas obras y cuál es el aporte hídrico que entregó?

Estas obras entraron en funcionamiento el 15 de septiembre de 2011, permitiendo independizar completamente el abastecimiento de Caldera y Chañaral, que históricamente habían sido alimentados desde Copiapó, lo que nos permitió entregar un mayor caudal a esta ciudad.

¿Ha habido otras obras que sean un aporte a Copiapó?

Sí, además contamos con una segunda etapa del Plan de Abastecimiento Copiapó 2012, que es de una inversión de más de $1 mil millones. Este consistió en las interconexiones en el sector Galleguillos; la habilitación hidráulica en la 2° de la línea de impulsión tramo Galleguillos-Cancha Rayada; construimos una planta elevadora de agua potable en Cancha Rayada; realizamos la construcción de un booster o planta presurizadora en el sector Puente la Paz; construimos una planta elevadora de agua potable en Vicuña; construimos una línea de impulsión entre Vicuña y Placilla; además de la instalación de un booster en el centro productivo Vicuña; y finalmente construimos una alimentadora en el mismo lugar. Estas obras entraron en funcionamiento el 5 de marzo de este año, permitiendo 180 litros por segundo adicionales para Copiapó y una optimización de los sistemas de distribución de agua para toda la ciudad.

¿Cuál es la responsabilidad que ustedes sienten como empresa hacia los habitantes de la zona?

Primero quiero destacar que todos estos trabajos no hubiesen sido posibles sin la colaboración y compromiso de cada uno de los trabajadores de la empresa, los que trabajaron en turnos de 24 horas para poder aplacar los efectos de una escasez hídrica que azota la zona.

En lo que respecta a nuestra responsabilidad, puedo afirmar con toda seguridad que hemos hecho todos los trabajos necesarios para asegurar el suministro a corto plazo, y nos encontramos esperanzados que en un futuro el agua de mar será la que traeremos para la población.

De no haberse realizado todas estas obras que he mencionado, simplemente la población de la Provincia de Copiapó estaría hoy sin una gota de agua potable. Nuestro compromiso es trabajar día y noche para entregar agua a nuestros clientes en pleno desierto de Atacama.

Junto con este compromiso, ¿hay otras obras que sigan contribuyendo con la mejora del abastecimiento?

Actualmente estamos ad portas de comenzar la ejecución de las obras de la tercera etapa del Plan, las que estarán operativas en septiembre, con una inversión que bordea los $3 mil millones. Las nuevas obras consideran la construcción y habilitación de nuevos sondajes, dos nuevas plantas elevadoras de agua potable en el sector de Galleguillos y la planta Vicuña; kilómetros de cañerías de impulsión de agua, construcción y reposición de redes, aducciones y otras obras anexas. Esto nos permitirá aumentar la producción para Copiapó.

Nuestro objetivo es asegurar el caudal de agua suficiente para abastecer a la población. Esto demuestra la responsabilidad y espíritu de servicio de quienes formamos parte de Aguas Chañar. Estamos comprometidos con el desarrollo y futuro de la región de Atacama, y como hemos señalado antes, agua para las personas no va a faltar.

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