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Marta Colet precisa que han invertido US$ 3.369 millones y que en los próximos años destinarán US$ 500 millones para lograr el mínimo de 48 horas de autonomía que ‘cualquier cliente de Aguas Andinas podría esperar’ en los próximos tres años. ‘Hay confianza en el modelo, basado en una colaboración público-privada, y hay confianza en el país’, asegura.

“Aprendimos que estamos al límite, que tenemos que seguir trabajando. Aprendimos que este tipo de eventos se van a seguir produciendo, tenemos que poner urgencia, y que todo lo que hemos hecho ha valido la pena”. Son las lecciones que saca la gerente general de Aguas Andinas, Marta Colet, tras el temporal de lluvias del fin de semana pasado y que estuvo al borde de dejar a la Región Metropolitana sin agua potable.

La ejecutiva desclasifica que los 1.500 trabajadores de Aguas Andinas -controlada por IAM, cuyo principal accionista es el grupo francés Suez- se prepararon con una semana de anticipación para enfrentar los coletazos que ocasionaron las lluvias que azotaron a buena parte del país y estuvieron, además, monitoreando constantemente los pronósticos del clima. Apenas comenzó el frente de mal tiempo, se activó el comité de crisis al interior de la sanitaria que trabajó día y noche para resolver la emergencia.

Hoy, asegura la ejecutiva española, la crisis está superada y las plantas de los ríos Mapocho y Maipo operan normalmente; pero aún están recuperando la infraestructura de respaldo que son los megaestanques de Pirque, que quedaron al 28% de su capacidad, y que fue lo que permitió seguir abasteciendo a la ciudad y evitar los cortes de suministro.

“Llevamos 10 años trabajando para mejorar la resistencia de esta ciudad, desde las inversiones millonarias, por US$ 3.369 millones, hasta los protocolos que se han hecho. No son solo los estanques de Pirque, sino también otros estanques, pozos, y una conducción desde el embalse El Yeso, que es agua limpia, para asegurar el abastecimiento a toda la ciudad”, detalla Colet.

Gracias a esas inversiones actualmente están aseguradas las 34 horas de autonomía en caso de emergencia, y el próximo paso es llegar a 37 a fines de año, tras una inversión de $31 mil millones en la construcción de Los Pozos de Cerro Negro-Lo Mena, de 300 metros de profundidad.

Para 2024 el plan es alcanzar 48 horas y para eso van a desembolsar US$ 500 millones. “Trabajamos en el proyecto de conducción Pirque-El Manzano, que nos permitirá contar con un abastecimiento alternativo y reforzado para la principal planta de agua potable de la compañía que es Las Vizcachas. Esta obra nos permitiría llegar hasta los 3 meses de resiliencia en el suministro en las zonas abastecidas por esta planta, frente a episodios de turbiedad extrema en el río Maipo”, aclara Colet.

De este modo, enfatiza, las 48 horas sería el mínimo de autonomía que cualquier cliente de Aguas Andinas podría esperar a 2024 y, en particular, los clientes abastecidos por Las Vizcachas -el 52% del total de la compañía y que equivalen a 1 millón de usuarios en 20 comunas- tendrían hasta tres meses de respaldo.

Respecto a la exigencia de 72 horas, que planteó en 2017 la autoridad, la gerente declina entregar detalles, pero asegura que en la compañía continuarán trabajando para desplegar todas las inversiones posibles. Sin embargo, advierte, es muy importante considerar que este es un evento de fuerza mayor, asociado al cambio climático, y la compañía no puede enfrentarlo en solitario.

“Se necesita este trabajo con las autoridades, como lo hemos venido haciendo; con las municipalidades; la Onemi, la Intendencia; las superintendencias y el MOP, que es al que se le proponen todas las iniciativas y proyectos, y son aprobados por la SISS; y hacemos un llamado a ese trabajo colaborativo”, señala.

A la hora de referirse a las inversiones que ha hecho y seguirá haciendo Aguas Andinas en Chile, Marta Colet destaca que lo hacen porque el país cuenta con un modelo para el sector sanitario que es exitoso y genera la confianza suficiente para seguir destinando cuantiosos recursos.

“Aguas Andinas ha emitido bonos verdes, es la primera empresa en Chile en hacerlo, y es porque hay confianza en el modelo, basado en una colaboración público-privada, hay confianza en el país y en las empresas que están en el sector sanitario”, asegura.

-¿Cómo cambia el escenario la incertidumbre que genera el proceso constitucional para una empresa estratégica como Aguas Andinas?

“Confiamos plenamente en que el proceso se desarrolle como se ha venido haciendo y entendemos que está toda la institucionalidad definida para que esto sea dentro de la normalidad democrática del país. En Aguas Andinas seguiremos trabajando e impulsando todos nuestros proyectos. Tenemos plena confianza en que se mantenga el marco que permita que lo que requiere el país se pueda ejecutar y podamos estar en mejores condiciones ante toda la gran amenaza que representa el cambio climático”.

Fuente: El Mercurio.

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