Andess celebra su 33° aniversario: Conoce sus principales hitos

Una industria comprometida con la calidad de vida de los habitantes del país:

• La Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios reúne a 22 empresas que suministran servicios de producción y distribución de agua potable, recolección, tratamiento y disposición de aguas servidas al 94% de los hogares urbanos de Chile.

La Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios, que reúne a 22 empresas sanitarias del país, está celebrando su 33° aniversario de vida, con una trayectoria marcada por su compromiso en apoyar al Estado en el cumplimiento del derecho humano al agua potable y al saneamiento 

El gremio fue creado el 6 de noviembre de 1990 y las empresas suministran servicios de producción y distribución de agua potable, recolección, tratamiento y disposición de aguas servidas al 94% de los hogares urbanos de Chile. Los socios de Andess atienden territorios operacionales exclusivos en las 16 regiones del país, con un universo de más de 5,4 millones de hogares a nivel nacional. En términos de población, prestan servicios a más de 17 millones de personas en 364 localidades.

Lorena Schmitt, presidenta ejecutiva de Andess, señaló que “el compromiso de nuestra industria hoy es seguir apoyando al Estado en el cumplimiento del derecho humano al agua potable y al saneamiento en las ciudades, que alcanza prácticamente al 100% de los hogares atendidos por las empresas, todo lo cual se enmarca en un complejo contexto de cambio climático que impacta a las empresas de agua potable y saneamiento en tres dimensiones:  menor disponibilidad de agua, deterioro en la calidad de las fuentes y mayor número de eventos meteorológicos con potencial de interrumpir los servicios y de afectar la infraestructura”

Ahora bien, la historia de los servicios que proveen agua potable y alcantarillado se remonta hasta la creación de Santiago en 1541, cuando Pedro de Valdivia encargó al alarife Pedro de Gamboa el trazado de las calles y el Cabildo le pidió en paralelo la construcción de canales de riego y acequias de desagüe, pero fue recién a mediados del siglo 19 que se realizaron obras mayores.

La estructura actual de la industria puede trazarse hasta 1977, con la creación del Servicio Nacional de Obras Sanitarias (Sendos), una institución autónoma del Estado que integró todas las entidades que operaban en el sector y se relacionaba con el gobierno central a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y posteriormente con la creación de las empresas regionales dependientes del Estado a finales de los años 80.

El marco regulatorio actual comenzó a tomar forma en 1988, con el establecimiento del régimen de concesión y de explotación de los servicios sanitarios, que reguló las relaciones entre las empresas concesionarias, el Estado y los usuarios. En la actualidad, se celebran 25 años de la incorporación de capital privado a las Empresas Sanitarias.

En los años 90, la descontaminación de las aguas servidas era una necesidad imperiosa para el desarrollo del país, sobre todo por la relevancia que tiene para la calidad de vida de las personas, por razones de salud pública, pero también debido a la creciente conciencia medioambiental, las mayores exigencias en los mercados internacionales para las exportaciones chilenas, la necesidad de recuperar el borde costero para el turismo y el deseo de hacer un uso eficiente del recurso hídrico.

La colaboración del sector privado era determinante para avanzar en el tratamiento de las aguas servidas del país, lo cual requería un marco regulatorio estable que estimulara la inversión y un fortalecimiento da la capacidad fiscalizadora del Estado. Por ello, luego de un acuerdo transversal en el Congreso, se tomó la decisión política de incorporar capital y gestión privada a las empresas.   Esto fue clave para continuar la tarea del Estado en materia de coberturas de agua potable y alcantarillado e incorporar la descontaminación de las aguas servidas, lo que impactó favorablemente en la salud pública de la población (prácticamente desaparecieron las enfermedades entéricas) y fortalecer al país como potencia agroalimentaria.

Entre 2000 y 2022, la industria ha invertido más de US$ 8.937 millones para resolver el desafío del tratamiento de las aguas servidas urbanas, mantener coberturas cercanas a 100% en los territorios donde atienden a la par con el crecimiento demográfico, y desarrollar la infraestructura necesaria

para tener ciudades más resilientes frente a los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes. 

En la actualidad, no hay otro país de América Latina que se sitúe en las proximidades del 100% en cobertura de tratamiento de aguas servidas urbanas, índice que Chile alcanzó a partir de 2012. Más aun, comparando los niveles de cobertura de Chile con otros países de la región, son equivalentes a los Canadá y EE. UU., los dos países desarrollados del continente.

En tanto, otro dato relevante está en que la categoría agua potable y saneamiento del Índice de Desempeño Ambiental (EPI, su sigla en inglés) de la Universidad de Yale, mide el nivel de protección de un país a la salud humana de riesgos ambientales usando dos indicadores: agua para consumo inseguro y saneamiento inseguro. Chile se encuentra en el lugar 38 de 180 países en esta categoría.

“Este nuevo aniversario lo celebramos más seguros que nunca de seguir en la senda de la colaboración público-privada, con obras de infraestructura que aseguren el acceso al agua potable y saneamiento de la población de las ciudades, así como el aporte que desde las acciones diarias pueden hacer todas las personas, industrias e instituciones. El camino hacia adelante debe ir por el lado de una fuerte inversión privada y con un marco regulatorio que dé certezas a las inversiones de largo plazo. Por lo mismo, entre 2020 y 2040, esta industria prevé inversiones por US$ 10.000 millones para mantener un servicio de primer nivel y robustecer sus redes”, señaló Lorena Schmitt. 

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