Por Jessica López Saffie, presidenta ejecutiva Andess AG
- Una de las dificultades para gestionar el agua en Chile es la dispersión institucional que existe en el Estado y la creación de la Subsecretaría del Agua, al alero del Ministerio de Obras Públicas y Agua, debiera ayudar a fortalecer la institucionalidad.
La crisis hídrica que vivimos nos obliga a implementar formas mejoradas para gestionar el agua. Si concordamos en que la situación reviste extrema gravedad para el país, entonces urge que el Estado cautele que este recurso esencial para la vida, la alimentación, los ecosistemas y todas las actividades productivas, sea debidamente gestionado y cuidado, para hoy y para las futuras generaciones.
Hace mucho tiempo que sabemos que una de las dificultades es la dispersión institucional que existe en el Estado. Pensamos que la creación de la Subsecretaría del Agua, al alero del Ministerio de Obras Públicas y Agua, debiera ayudar a fortalecer la institucionalidad, en la medida que disponga de suficientes facultades y recursos. Esto es necesario para ejercer en forma efectiva la coordinación de los organismos del Estado, y llevar adelante una Política Nacional del Agua, una política de Estado que contenga una visión integral y de largo plazo de la gestión del agua en Chile.
Los desafíos que enfrentamos son multidimensionales y requieren una mirada integrada y con visión de largo plazo. Hay diversas iniciativas en desarrollo, pero al tratarlas por separado, pasan a ser soluciones parciales y no dan cuenta del tamaño del desafío que nuestro país enfrenta. Todos los cambios deben discutirse con la seriedad que el tema merece, pero su resolución e implementación deben responder al sentido de urgencia que la situación amerita.
*Esta carta se publicó originalmente en Diario Financiero.