Chile destaca en el “Top Ten” mundial de saneamiento de agua
- En el Día Mundial del Agua, Naciones Unidas recuerda la urgencia de mejorar los índices de tratamiento de aguas servidas en todo el mundo. Nuestro país lleva la delantera, al alcanzar el 100% de cobertura en las ciudades conectadas a redes de alcantarillado.
22 de marzo de 2017. Aunque el agua es un recurso indispensable para el bienestar de los seres humanos, en el mundo todavía hay 1.800 millones de personas que se abastecen de una fuente de agua potable contaminada con heces. También se estima que más de 663 millones de personas aún viven sin acceso a un suministro de agua segura.
Mejorar estos indicadores, avanzando en la cobertura de agua potable y en el tratamiento de las aguas servidas residuales, es el llamado que este año hace la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Día Mundial del Agua. El desafío no es menor, considerando que para 2050 alrededor del 70% de la población mundial vivirá en polos urbanos, un alza del 50% respecto de la que ocurre hoy.
En Chile se han hecho esfuerzos significativos los últimos dieciséis años para alejarse de esa realidad e instalarse en el cuadro de honor mundial de saneamiento urbano. Actualmente, nuestro país está en el “Top Ten” gracias al 100% de cobertura de agua potable en zonas urbanas y 100% de cobertura en tratamiento de aguas servidas en las ciudades.
“Hace cinco años Chile se convirtió en el primer país de América Latina en tratar la totalidad de las aguas servidas de sus ciudades. Sin duda este logro nos sitúa en una posición de liderazgo a nivel regional y como industria nos ha permitido contribuir al desarrollo del país en distintas dimensiones”, destaca Víctor Galilea, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (ANDESS).
Inversiones necesarias
Para alcanzar esos altos niveles de cobertura -que también sobrepasan al promedio de los países OCDE-, la industria sanitaria ha invertido desde el año 2000 unos US$ 6.000 millones. De ellos, US$ 2.000 fueron destinados solo a tratar aguas servidas.
Esta labor se realiza actualmente mediante los 290 sistemas en funcionamiento que para estos fines han dispuesto las sanitarias que operan en las zonas urbanas, que cubren al 99,85% de la población que cuenta con red de alcantarillado.
“Gracias a la gestión de las empresas, que han realizado todas las inversiones necesarias y reinvertido sus utilidades para profundizar la cobertura, hoy podemos decir que los chilenos reciben un servicio de alta calidad, las 24 horas del día, todos los días del año”, comenta Galilea.
Conscientes de que las aguas servidas tratadas constituyen un recurso estratégico de cara al futuro, las empresas sanitarias también se están preparando para enfrentar el gran desafío del calentamiento global y la escasez hídrica. Estos fenómenos reducen la disponibilidad de agua e imponen la necesidad de implementar acciones de largo plazo que permitan mejorar la eficiencia en el uso de este recurso.
Para ello planean concretar los próximos años una nueva etapa de inversiones por US$ 1.000 millones que permitan ampliar la infraestructura e impulsar medidas concretas de reciclaje y reutilización, de modo de adaptarse al cambio climático y seguir asegurando el abastecimiento de agua potable a la población.
Positivo impacto en la salud
El abastecimiento de agua potable continuo y saneado cumple un rol fundamental en el bienestar y salud de la población. Así lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), institución que subraya que en aquellos lugares donde los servicios de agua y saneamiento no existen, son insuficientes o son mal gestionados, las personas están expuestas a numerosos riesgos sanitarios que podrían prevenirse.
Entre las enfermedades más conocidas que se transmiten a través del agua servida figuran el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea, la poliomielitis y la diarrea. El mismo organismo calcula que cada año cerca de 842 mil personas en todo el mundo mueren de diarrea como consecuencia de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o mala higiene de las manos.
De ahí la importancia de contar con una red de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas robusta, que permita tener un recurso de calidad para uso doméstico, agrícola e industrial.