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¿Qué es el agua no facturada?

El agua no facturada (ANF) es agua potable que sale de las plantas de producción, pero no es registrada por los medidores y que, por lo tanto, las empresas no cobran. 

Cada año se producen en Chile unos 1.800 millones de m3 de agua potable. Sin embargo, parte de esa agua sale de la red de distribución sin que sea registrada por los medidores domiciliarios. Dentro de la categoría de agua no facturada hay:

  • agua que se usa y no se cobra, como la que utilizan los bomberos para combatir incendios o la que emplean las sanitarias en operaciones internas como lavado de plantas y redes, 
  • agua que terceros sacan sin autorización de las redes, manipulando grifos, mediante conexiones ilegales o interviniendo medidores
  • errores de lectura de los medidores y 
  • fugas de agua (o pérdidas reales).

El ANF se obtiene a partir del “balance hídrico”, cuya ecuación es:
Total de agua producida que ingresa a un sistema, menos total de agua facturada del mismo sistema.

¿Por qué es importante conocer y gestionar el indicador de ANF?

El ANF se ha utilizado tradicionalmente como un indicador de eficiencia de gestión de las redes de agua potable. En los últimos años se ha popularizado el uso de otras herramientas más precisas y con mayor foco en la eficiencia hídrica, que son clave en un escenario de escasez. Por ejemplo, el desarrollo de balances hídricos usando la metodología de la International Water Association (IWA), que permiten estimar de manera más precisa lo que ocurre con el agua en las redes y priorizar las medidas más efectivas para cada sistema en particular.

El indicador de ANF no es sinónimo de pérdidas de agua

Para entender cómo se hace un balance hídrico es importante saber que hay agua que se usa y que no está siendo facturada, principalmente porque no pasa por un medidor y su consumo no queda registrado. En la categoría de consumos necesarios no facturados están:

  • Aguas de usos operacionales (combate de incendios, lavado de redes, etc.).
  • Aguas de usos sociales (riego de áreas verdes, asentamientos irregulares, etc.).

Por otra parte, están las pérdidas comerciales y las pérdidas físicas

  • Pérdidas comerciales: Conexiones clandestinas, fraudes, deficiencias en micro medición, desfases en facturación, etc. 
  • Pérdidas físicas:  Fallas en las redes y en los arranques. 

¿Cómo incide el ANF en las tarifas?

El cálculo tarifario se realiza considerando un nivel de ANF de 15% (estándar fijado por la autoridad en los procesos de tarificación). Cuando supera ese número, las pérdidas las asume la empresa sanitaria y no impacta a los clientes.

FUTURO:
ACCIONES SOSTENIBLES EN EL TIEMPO, UN DESAFÍO PARA EL SECTOR SANITARIO CHILENO

La eficiencia hídrica es un desafío urgente para el país, sobre todo considerando la crisis climática (calentamiento global y sequía) que nos afecta.

Ante esto, el sector sanitario (regulador y empresas) establecieron el Plan de Reducción de Agua No Facturada en el Sector Sanitario Chileno, que tiene como propósito:

  • Mejorar el cuidado del recurso hídrico.
  • Contribuir a la disminución de pérdidas.

LAS EMPRESAS HAN AVANZADO EN LA GESTIÓN INTELIGENTE DE REDES

Las empresas sanitarias han avanzado en planes integrales de gestión de redes, que consideran tanto intervenciones físicas como sensorización de las redes y adopción de modelos preventivos con uso de inteligencia artificial. 

Para ello, han invertido unos US$ 338 millones en los últimos cinco años, en medidas como búsqueda activa de fugas invisibles con más cuadrillas y nuevas tecnologías, programa de recambio de medidores domiciliarios, mejora en los tiempos de reparación de roturas encontradas y plan de renovación de redes, entre otras. En tanto, sólo en los últimos dos años se han invertido unos US$ 100 millones en medidas que apuntan hacia la construcción de planes integrales.

Algunas de las acciones que han realizado las empresas:

  • Aumento de cobertura de sensorización y monitoreo en tiempo real.
  • Búsqueda activa de fugas invisibles con más cuadrillas y nuevas tecnologías.
  • Programa de recambio de medidores.
  • Mejora en los tiempos de reparación.
  • Plan de renovación de redes.
  • Plan de búsqueda de ilícitos.

PLAN DE REDUCCIÓN DE AGUA NO FACTURADA EN EL SECTOR SANITARIO CHILENO

La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) como autoridad sectorial y las empresas de agua potable del país, como las integrantes de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), el viernes 26 de julio firmaron un acuerdo para realizar el Plan de Reducción de Agua No Facturada en el Sector Sanitario Chileno.

La hoja de ruta que resulte del trabajo técnico sectorial considerará objetivos medibles de ANF y planes de acción fiscalizables por la autoridad. Esta hoja de ruta contempla un plan de trabajo en etapas, enmarcado en el principio de progresividad contenido en la Ley Marco de Cambio Climático.

Objetivos del plan:
El plan de colaboración público-privada y de trabajo sectorial busca mejorar la eficiencia en la distribución del agua y disminuir las pérdidas. Este plan robustecerá los sistemas de abastecimiento y que aspira a establecer plazos para llegar en 10 años a una meta país.

Metas: 

  • Reducir en volumen un 12% el índice de ANF en sistemas en riesgo hídrico para 2033, y que, en el mismo margen de tiempo, llegue a 29,4% a nivel global de las empresas agrupadas en Andess, en forma conjunta.
  • Fortalecer los sistemas de abastecimiento DE más de 180 comunas entre las regiones de Arica y Parinacota y Los Lagos (que concentran a más del 70% de la población), incluyendo capitales regionales como Arica, La Serena, Rancagua, Talca, Chillan, Santiago y Valparaíso. 
  • La autoridad abordará las regulaciones y coordinaciones necesarias para generar las condiciones estructurales que permitan avanzar en este trabajo mirando las redes de manera integral. 

Diagnóstico: 

  • La red de agua potable crece con las ciudades y supera los 42 mil kilómetros de longitud. Por su uso y circunstancias propias de los suelos, sismicidad, pérdidas comerciales, calidad de materiales de la red, calidad de arranques aportados por terceros, antigüedad, entre otros fenómenos hidráulicos, presenta un porcentaje de aguas no facturadas que a nivel nacional es cercano al 33%.
  • Los diagnósticos compartidos en el sector señalan que, para una gestión eficiente de las redes, se requieren avances de las empresas en registrar o precisar diversos usos no medidos del agua, así como una revisión por la autoridad de las normas sobre la calidad e instalación de las redes y mecanismos de financiamiento de los planes de acción.
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