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Por Christian Barahona Rubio, gerente regional Aguas del Altiplano.

Acabamos de lanzar la campaña «El agua es de todos»; una iniciativa que busca entregar más y mejor información a la comunidad sobre de la naturaleza y sentido de los servicios de agua potable y saneamiento que brindamos a nuestros vecinos en Arica.

Lo hacemos porque creemos que es deber de nuestra parte profundizar sobre un servicio que no solo es esencial para la vida y bienestar de las familias, sino que hace posible la existencia de las ciudades y su desarrollo. Un servicio que muchas veces es casi invisible, porque pareciera natural que siempre esté disponible cuando abrimos una llave, o que cada cierto tiempo es objeto de comentarios poco afortunados.

En cuanto a la pertenencia, decimos que «el agua es de todos» y nuestro rol, como compañía concesionaria, es captarla de la naturaleza en su estado natural, para luego potabilizarla, de modo que sea un producto de calidad, sano y seguro.

Posteriormente, la tarea es llevarla a cada uno de nuestros clientes, a través de más de 1.200 kilómetros de redes. En una labor sincronizada en la que se utilizan diversas instalaciones y procesos como plantas de producción, estanques de almacenamiento y distribución, estaciones reguladoras y el un Centro de Control Operativo encargado de monitorear día y noche este proceso. Todo esto, gracias al trabajo comprometido de más 300 colaboradores.

También es nuestro rol recolectar desde los hogares las aguas utilizadas, a través de más de 900 kilómetros de redes de alcantarillado, para luego tratarlas y disponerlas de manera sustentable en la naturaleza.

Este es un compromiso que tenemos con la comunidad desde 2004, cuando se inició el contrato de concesión, donde nuestra responsabilidad es operar los derechos e infraestructura que eran y siguen siendo propiedad del Estado y realizar las inversiones necesarias para mantener la calidad y continuidad del servicio, lo que es fiscalizado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios; y que culmina el año 2034. ¿Qué ocurre luego? Todas las inversiones que hemos realizado en plantas productivas, redes, equipos e instalaciones, entre otros, regresan a manos del Estado, es decir a todos los chilenos.

Hoy los habitantes de la zona urbana de la región cuentan con una cobertura del 100% de agua potable y saneamiento, que gracias a las inversiones realizadas -sobre todo estos últimos años- garantiza calidad y cumplimiento de cada uno de los parámetros que la norma exige. Un producto de suministro permanente, que también es importante que cuidemos en este contexto de sequía, entendiendo que ha sido clave durante toda esta pandemia. Así, también es nuestro rol como concesionarios reiterar con mucha fuerza este último llamado a cuidar el recurso, que es de todos.

Fuente: La Estrella de Arica.

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