Empresa: Aguas Andinas
Medio: El Mostrador
Fecha: 28 de mayo de 2022
Durante los tres primeros meses del año, la empresa de servicios medioambientales llevó a cabo una serie de obras, inversiones y acciones que permitieron enfrentar la temporada de mayor demanda sin impactos ni restricciones de agua potable de cara a la ciudadanía.
Esta semana, Aguas Andinas entregó los resultados de su gestión financiera correspondientes al primer trimestre de 2022, ejercicio en el cual sus inversiones superaron los $ 26 mil millones, lo que permitió enfrentar la temporada de mayor demanda de agua potable sin impactos ni restricciones para la ciudad.
Esta cifra ratifica su compromiso con el desarrollo y el progreso sustentable del país, sobre todo en el contexto de más de 13 años de sequía que sigue afectando la disponibilidad hídrica, donde los ríos que abastecen a la ciudad, Maipo y Mapocho, este verano vieron reducidos sus caudales entre un 70% y 80% respecto a los promedios de los últimos 10 años.
Esta situación plantea la urgente necesidad de llevar a cabo esfuerzos operativos, financieros, de gestión, técnicos y humanos para asegurar el abastecimiento y robustecer la resiliencia en la ciudad. Por ello, el foco de la compañía se ha mantenido en implementar diversas acciones para la mitigación y adaptación de Santiago que permitan enfrentar los efectos del cambio climático: la megasequía y los eventos meteorológicos extremos.
Destaca el nuevo sistema de Pozos Cerro Negro-Lo Mena, que aportará un caudal de 1.500 l/s para el abastecimiento de más de 400 mil personas de la zona sur de la ciudad y que se espera sea inaugurado oficialmente en junio próximo.
Adicionalmente, el acuerdo de colaboración entre Aguas Andinas y las Asociaciones de Regantes de la Primera Sección del río Maipo, firmado en agosto de 2021, ha permitido abastecer 24% de las necesidades de la ciudad durante la temporada de mayor demanda de agua potable en primavera-verano y logró que el embalse El Yeso alcanzara un nivel de seguridad de 154 hm3 en marzo de 2022.
Se suma también la modernización y ampliación de las nuevas plantas de Agua Potable Padre Hurtado, Quilicura y Vizcachitas, para generar mayor eficiencia en el consumo de agua.
Adicionalmente, los nuevos estanques en San Antonio, San Enrique, Talagante y Parque Bicentenario, y se está trabajando en el Plan de Eficiencia Hidráulica en el que se despliegan todas las tecnologías disponibles para la recuperación del agua y detección de fugas invisibles.
De manera adicional, la empresa de servicios medioambientales contempla un ambicioso plan -a mediano y largo plazo- de nuevas obras, fundamentales para abordar el impacto del cambio climático y la extrema sequía. Dentro de éstas, destaca el proyecto de reúso de las aguas residuales depuradas en la biofactoría Mapocho-Trebal (Padre Hurtado).
A través de un ducto de alrededor de 35 km se transportará agua depurada hasta los regantes del río Maipo para uso agrícola, quienes liberarían directamente del río la cantidad de agua cruda equivalente para producir agua potable. Esta obra, esencial para la resiliencia hídrica de la capital, será un gran salto de adaptación, permitiendo contar con 3 m3/s de agua adicionales, aumentando considerablemente la robustez del sistema de producción y distribución.
“El principal desafío para nuestra compañía es el cambio climático y el impacto que está teniendo la sequía en nuestra ciudad y en las personas. En ese sentido, adaptarnos de forma urgente es fundamental, porque el cambio climático, claramente, continuará profundizándose”, señaló la gerenta general de Aguas Andinas, Marta Colet.
«Ante ello, es crucial sumar nuevas fuentes, contar con mayor redundancia en la infraestructura sanitaria, desplegar un intenso trabajo colaborativo entre los distintos actores y aumentar la resiliencia del sistema para entregar un suministro cada vez más robusto a pesar de la complejidad climática. Es lo que Santiago necesita y en esa línea debemos seguir trabajando a corto, mediano y largo plazo”, agregó.
Desempeño financiero
Cabe destacar que el Ebitda ascendió a los $ 84.426 millones, lo que se traduce en un crecimiento de 3,4% respecto del ejercicio anterior, impulsado por una mayor tarifa media de las últimas indexaciones, eficiencias operativas y la entrada en operación de nuevas obras de inversión, parcialmente compensado por el incremento del IPC, que se ha traducido en mayores costos en mano de obra, materiales de construcción y contratos de servicios indexados en UF. A marzo de 2022, el índice acumula un incremento de 3,4% en el primer trimestre y de 9,4% en 12 meses.
También es importante señalar que la empresa se encuentra implementando un Plan de Transformación integral de procesos y cultura operativa y corporativa, lo que concretamente se ha traducido en el período en mejora de procesos y transformación digital, evitando cerca de 17% de alza adicional de costos.
Asimismo, la utilidad neta al 31 de marzo alcanzó a los $ 33.749 millones, lo que se traduce en un descenso de 12% respecto del mismo periodo de 2021. Ello se debe a que a nivel no operacional se dio un menor resultado financiero por $ 11.178 millones, asociado a la revalorización de la deuda financiera que se origina por el alza sostenida de la Unidad de Fomento.
La generación de caja operativa de la compañía ha sido positiva durante el primer trimestre de 2022 alcanzando los $24.427 millones lo que ha representado un incremento de 2,7 veces respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, demostrando una estabilidad en la generación de flujo de caja apoyado en la solidez del negocio y la robustez de Aguas Andinas.