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La Cámara Chileno Británica destacó proyecto de la sanitaria en conjunto con agricultor de Llay Llay, a través del reconocimiento “Innovación Ambiental”

La Cámara Chileno-Británica distinguió a Esval con el XI Premio “Innovación Ambiental 2020” por su decisivo rol en la gestión integrada de la cuenca del río Aconcagua. 

El galardón se otorgó por el inédito acuerdo de la sanitaria con el empresario agrícola Jorge Schmidt y el municipio de Llay Llay, para reforzar el consumo humano de agua potable de la Región de Valparaíso.

“Este es un reconocimiento que nos llena de orgullo y refuerza nuestra convicción de que un trabajo colaborativo y con una mirada sostenible, es la única forma de garantizar una mayor eficiencia en el uso del agua. En este caso, contamos con la generosidad y visión de un agricultor como Jorge Schmidt, quien reconoce la crítica situación de escasez hídrica que vivimos y dispone sus recursos para reforzar el consumo humano. De esta forma, seguimos avanzando en nuestro compromiso por hacer una gestión más eficiente, ante la prolongada sequía que nos afecta”, dijo el gerente General de Esval, José Luis Murillo.

El acuerdo, firmado en julio de este año, es una alianza sin fines de lucro que permite reforzar la producción de agua potable y brindar mayor seguridad hídrica a más de 1 millón de habitantes de la provincia de Marga Marga, el gran Valparaíso y el Litoral Norte, junto con apoyar a sistemas APR de la zona. “Es un claro ejemplo de una gestión integrada de cuencas, en la cual una alianza entre el mundo agrícola, el sector público y la industria sanitaria, construyen una solución sustentable”, destacó Murillo.

Un acuerdo al servicio de un bien superior 

Por su parte, el presidente del comité de Sustentabilidad de la Cámara Chileno Británica, Arturo Errázuriz, explicó que “la iniciativa de Esval conjugaba de manera perfecta los tres aspectos que el jurado considera como pilares de la sustentabilidad, que es el balance entre lo económico, lo ambiental y lo social. La empresa puso este acuerdo al servicio de un bien superior, que es asegurar el agua potable para consumo, resguardando el medioambiente y garantizando que económicamente tampoco tuviera efectos en los clientes”.

Además, agregó que esta gestión pone de relieve que no somos actores independientes. “En este caso, un empresario agrícola, en conjunto con la autoridad y Esval, pueden lograr soluciones más eficientes y además replicables, lo que el jurado valoró como un elemento tremendamente positivo”, dijo Errázuriz.

Al XI premio de Innovación Ambiental postularon 23 grandes empresas y pymes, y se le otorgó a Esval en una ceremonia virtual que contó con la participación especial del Ministro de Energía, Juan Carlos Jobet y el embajador británico, Ian Duddy.

Fuente: Corresponsables.

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