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La compañía hizo un balance del uso de los fondos recaudados, tras la emisión del primer bono verde y social de largo plazo realizado por una sanitaria en Chile. Este instrumento financiero permitió financiar un total de 187 proyectos.

Esval hizo un positivo balance de la emisión del primer bono verde y social de largo plazo realizado por una empresa sanitaria en Chile. A dos años de su colocación en el mercado, este bono permitió financiar un total de 187 proyectos por más de $43.000 millones, para brindar mayor seguridad hídrica y ofrecer un mejor servicio a los más de 900 mil clientes que atiende la sanitaria -y su filial Aguas del Valle- en las regiones de Valparaíso y Coquimbo, respectivamente.

“Esta operación, inédita en las regiones donde estamos presentes, se ha traducido en un beneficio directo para millones de personas, lo que nos permite continuar enfrentando la sequía que nos afecta hace más de doce años, garantizando un servicio continuo y aportando una mejor calidad de vida a miles de familias. Nuestro compromiso sigue presente para que todas las comunidades tengan el agua que necesitan, desarrollando proyectos que tengan además un impacto positivo en el medioambiente y la sociedad”, dijo el gerente general de Esval, José Luis Murillo.

Más de la mitad de los fondos provenientes de la colocación (54,7%), se utilizaron para financiar proyectos de ampliación y renovación de redes de agua potable, para proveer o mejorar el acceso a este recurso, asegurando la calidad y continuidad de suministro. También se destinaron recursos para infraestructura resiliente (23,6%), saneamiento de aguas servidas (17,8%) y acceso a servicios básicos (3,7%).

Iniciativas desarrolladas

Gracias a la emisión de este bono, por ejemplo, más de 356 mil clientes fueron beneficiados con proyectos de crecimiento y ampliación del territorio operacional (mayor cobertura del servicio de agua potable y alcantarillado). En tanto, obras de resiliencia como la construcción del tranque Las Rojas (La Serena) y la habilitación de nuevas fuentes subterráneas en el tranque San Juan (San Antonio), evitaron cortes de suministro para 146 mil hogares por eventos de turbiedad.

Otros proyectos relevantes fueron el aumento de la disponibilidad hídrica, la ampliación del sistema productivo de agua potable de Concón y de la planta de aguas servidas en Papudo, el proyecto de expansión de servicios para Loncura, e iniciativas de eficiencia energética, como generación solar fotovoltaica y ampliación de sistemas de telemetría. Esval creó un comité interno que dio seguimiento a la concreción de todos los proyectos, en un proceso que además fue auditado por Deloitte.

Cabe destacar que la demanda de los inversionistas institucionales que compran estos instrumentos de deuda triplicó lo ofertado por Esval para la emisión. Adicionalmente, la tasa fue la más baja de las emisiones de bono realizadas por la compañía en los últimos diez años.

Fuente: Diario Sustentable.

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