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Firmas sanitarias invertirán US$ 900 millones en mejorar redes y obras por cambio climático

Marco Gutiérrez V. – El Mercurio

El sector señala que en el marco de la pandemia, hoy existen unos 800 mil clientes morosos, cifra menor que peak de 900 mil de hace un mes y medio.

La presidenta de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Jéssica López, afirma que, pese a la sequía y las exigencias sanitarias vinculadas a la pandemia, este sector opera con normalidad. De todos modos, admite que el consumo de agua ha caído del orden de 5% este año, por la merma en áreas comerciales, industriales y de segundas viviendas, descenso que no se compensa con la leve alza del ámbito domiciliario. Explica que esa normalidad en cuanto a funcionamiento obedece a las millonarias inversiones que cada año realizan las firmas sanitarias.

Estas han aumentado fuertemente en las últimas dos décadas. Entre 2000 y 2010, la industria invertía un promedio anual de US$ 277 millones, mientras que en los últimos 10 años esa cifra subió casi 70% a una media de US$ 469 millones cada ejercicio. Para los próximos dos años, a 2022, el rubro invertirá en torno a US$ 900 millones, afirma López. Casi un tercio de ese monto está relacionado con el crecimiento de los territorios operacionales, es decir, la expansión de las ciudades. Otros US$ 320 millones, explica, están vinculados a “calidad de servicio”. Esto implica gestión de redes a través de renovación de infraestructura o inversión en nuevas tecnologías para el monitoreo de los ductos o el manejo de las presiones del agua.

“Esto es muy significativo por la cantidad de cortes que se pueden resolver con un buen manejo de presiones, por ejemplo, en Valparaíso por los cerros. Una buena gestión o una red sensorizada permite saber con mayor precisión dónde ha habido una rotura y repararla de forma acotada. Esta tecnología tiene como objetivo la continuidad y evitar pérdidas de agua”, comenta López. El último tercio de las inversiones a 2022 se divide en dos partes. Unos US$ 150 millones enfocados en “cuidado del ambiente”, lo que está ligado a mejoras en el tratamiento de aguas servidas, ampliaciones o aumento de plantas para ello, y estudios para la reutilización de aguas tratadas. “Estas son iniciativas para ver cómo avanzamos a la economía circular, es decir, el ciclo del agua para menos residuos. Un mayor porcentaje de uso de las aguas tratadas significa menor impacto en el medio ambiente”, destaca la presidenta de Andess.

Otros US$ 150 millones están destinados a “seguridad hídrica y resiliencia”, afirma. La ejecutiva señala que el cambio climático ha afectado fuertemente a Chile, lo que se comprueba –por ejemplo– con episodios de lluvias intensas en el norte que generan fuertes daños en la infraestructura, y para ello es necesario realizar inversiones que permitan una rápida recuperación del servicio sanitario. En este punto destacan obras como estanques de respaldos, entre otros. Pese al aumento de las inversiones, los últimos procesos tarifarios del sector –donde la autoridad y las empresas establecen los valores a cinco años– han resultado con mantenciones o incluso reducciones de las tarifas para los clientes. López indica que son muchas las variables que explican por qué las empresas desembolsan más recursos sin subir las cuentas. Una de las razones es el crecimiento de las ciudades y la economía de escala que desarrollan las sanitarias.

Caso Essal

Este año se produjo un acuerdo voluntario entre las empresas sanitarias y el Gobierno para mantener el suministro a quienes no pudieran pagar durante la crisis por covid-19. Luego, una ley suspendió el corte de servicios básicos como protección ante el impacto de la pandemia. Según Andess, que considera en mora dos o más cuentas impagas, actualmente existen 800 mil clientes en esta situación, cifra menor que el peak de 900 mil deudores que hubo hace un mes y medio. López indica que probablemente una parte del retiro del 10% de los fondos de pensiones se destinó al pago de deudas.

La presidenta de Andess destaca que inversionistas extranjeros siguen interesados en el sector sanitario chileno, pese al actual contexto nacional. Menciona la reciente venta de Essal a la canadiense Algonquin Power & Utilities Corp y la adquisición –a inicios de 2020– de las firmas sanitarias de la singapurense Sembcorp en Chile por parte de la española Sacyr. Sobre la posibilidad de que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) caduque la concesión de Essal por el extenso corte de agua en Osorno a mediados de 2019, López sostiene que “la regulación cuando habla de la caducidad se refiere a una empresa que no es capaz de prestar el servicio, y ese no es el caso de Essal. El incidente fue grave, afectó muchos días; sin embargo, cuando fue capaz de recuperarse, siguió operando normalmente”.


Proyectos que impulsan las empresas del sector 

Variadas y numerosas son las obras que impulsan las empresas sanitarias, según un catastro de Andess. En el norte del país destacan iniciativas de Aguas Antofagasta, como la ampliación de la planta desaladora Antofagasta, que producirá 630 litros por segundo de agua potable para el abastecimiento de la población de esa ciudad y Mejillones.

Se añade una nueva planta desaladora que abastece al 100% de la localidad de Tocopilla. En el caso de Esval, está la conducción de acero de 12,5 km de longitud y 1,2 metros de diámetro que conectará el Embalse Los Aromos con la planta de agua potable en Concón y permitirá operar en forma reversa para almacenar agua en el embalse cuando haya excedencias en el río Aconcagua. Para el caso de Aguas Andinas, se pueden mencionar los pozos de respaldo Lo Mena Cerro Negro, que asegurará el abastecimiento de más de 100 mil personas de La Pintana y San Bernardo.

Son 15 pozos de extracción de agua subterránea, junto con los estanques, plantas elevadoras y redes de interconexión que requieren, que operarán en casos de sequía y turbiedad en el río Maipo que afecte la seguridad de abastecimiento de agua del sistema Las Vizcachas. Durante su construcción, entre agosto de 2020 y marzo de 2022, generará 300 fuentes de trabajo directo e indirecto. En Essbio y Nuevosur se indica la ampliación de 12 plantas de tratamiento de aguas servidas y una planta de osmosis inversa para agua salada en Iloca. En Aguas Araucanía resalta la construcción de un nuevo estanque semienterrado en la localidad de Pucón.

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