País: Chile
Fecha: 03-09-2019
Medio: La Segunda
Sanitarias y crisis hídrica: Se requieren inversiones por US$10 mil millones al 2040
Por Sofía Chiesa O Casagrande e Ignacio Badal
Si en los últimos 20 años las empresas sanitarias invirtieron US$7 mil millones, de aquí a 2040 el gremio que las agrupa estima que serán necesarios unos US$10 mil millones más. Si se consideran los efectos que acarrea el fenómeno del calentamiento global, las sequías cada vez más extensas y la crisis hídrica, el consumo humano del agua debe convertirse en prioridad, dice la presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios A.G. (Andess), Jessica López.
Y en ese contexto, ya no solo será necesario tratar el agua para limpiarla y usarla como riego, sino que se deberán buscar todas las fuentes posibles de producción de agua potable. Y allí están los estanques de abastecimiento alternativo, los sondajes para hallar nuevas fuentes subterráneas, plantas desalinizadoras, tranques o incluso plantas de repotabilización que permitan reutilizar el agua ya consumida.
Pero López aclara que estas cifras de inversión deben responder a un marco regulatorio que permita desplegarlas. Esto, adelantándose a la presentación de los cambios legales que pretende realizar el Ejecutivo a la ley de sanitarias y que debieran presentarse esta semana, y que ha implicado un gran despliegue de lobby de las empresas ante las autoridades, según publicó hoy La Tercera. El gobierno ha adelantado que estos cambios (que podrían venir como indicaciones o como un proyecto de ley completamente nuevo) apuntan a reducir la rentabilidad de las empresas privatizadas y concesionadas, y a elevar las multas por no prestar servicios, luego de la crisis de julio en Osorno.
—¿Cuál debiera ser la lógica en la discusión de la ley?
—Que nos sentemos en una mesa, y veamos cómo queremos el sector sanitario al 2040. En las zonas urbanas y rurales qué se necesita, cuántas inversiones se requieren para asegurar el abastecimiento de agua de aquí al 2040 y cómo adaptamos la regulación para que existan los incentivos adecuados para llegar allá. Esa es la manera en que lo hace un país serio. No diciendo: Bajémosles la rentabilidad.
—¿Qué factores habría que incluir?
—Me refiero a la sequía, al cambio climático, que tienen un impacto súper fuerte en la provisión de los servicios de la industria sanitaria y por lo tanto necesitamos enfrentarlo. Necesitamos muchas obras de seguridad.
—Pero todo eso significa plata, ¿se reflejará en un aumento de tarifas?
—Mayores inversiones y tarifas.
En promedio, en el país la cuenta del agua de los últimos 20 años prácticamente se ha duplicado, desde 0,020 UF por metro cúbico en 1997 a 0,040 UF/m3 en 2017.
—¿Las tarifas no van a bajar nunca?
—Las tarifas podrían bajar en la medida que se acabara esto de la sequía, pero el tema del agua es probablemente el factor más crítico que enfrentamos en Chile. Todos exigimos menos impacto, protección del medio ambiente y que no haya residuos. Eso significa hacer inversiones que naturalmente alguien tiene que pagar.
Rentabilidad y más multas
En cuanto a la misma discusión de los cambios legales, López advierte que ‘no hay que legislar al calor de los episodios críticos que nos tocó vivir con el caso de Osorno y ahora en Chiguayante, que por lo demás son casos súper excepcionales’.
—Pero no deben seguir ocurriendo.
—La industria sanitaria está estructurada con miles de kilómetros de tuberías que están bajo las ciudades y las posibilidades de que se produzcan filtraciones, roturas, por razones nuestras o de terceros, siempre están ahí.
—En ciertos casos, ¿las empresas deberían ser sancionadas con la caducidad de la concesión?
—Hay una gradiente de sanciones donde la caducidad de la concesión es la última y más grave. Y debe aplicarse, como dice la ley, cuando hay reiteración. En nuestra opinión, la autoridad tiene que formarse la convicción de que la empresa no es capaz de prestar los servicios. Entonces, si esto ocurre una vez o dos o tres hay algo en la gestión de la compañía, pero si ocurre una vez, no corresponde, por eso está puesto la palabra reiteración en la ley.
Un elemento que López llama la atención y que ha reiterado en varias entrevistas se refiere a la supuesta rentabilidad garantizada que tendrían las empresas sanitarias bajo contrato. Vuelve a insistir en que no existe tal rentabilidad garantizada. Sino que se trata del ejercicio de fijación de tarifas que simula una empresa modelo como referente competitivo de cada una de las sanitarias, la que cuenta con una rentabilidad del 7%, con procesos de producción y operación perfectos. ‘Es una empresa que va a tener pérdidas de 20%, cuando en la vida real no es así’, advierte.
—¿Cuánta agua pierden realmente?
—Hoy estamos alrededor del 30%, pero hace 15 años estábamos en 40%.
—Así, considerando las pérdidas, la inversión y la operación total, ¿cuál es la rentabilidad real de las sanitarias?
—Nuestros cálculos de la utilidad neta sobre los activos de las empresas, con los activos revalorizados y separando las empresas privatizadas de las concesionadas, da que la rentabilidad de la industria sanitaria está entre el 4% y 5% en los últimos años, no ese 7% garantizado. –
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