Sector sanitario suscribe compromiso para definir metas de eficiencia hídrica frente a crisis climática
- Se trata de un plan de trabajo sectorial para reducir el indicador de Agua No Facturada (ANF), cuyo primer hito será establecer las bases técnicas para la estimación del indicador que permitirá abordar uno de los grandes desafíos del sector.
Santiago, 26 de julio de 2024.- La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), junto a otras empresas de la industria, como Aguas San Pedro, Melipilla Norte, Coopagua Santo Domingo, Larapinta y SMAPA, firmaron un compromiso como sector cuyo objetivo es avanzar en una mayor eficiencia hídrica en la distribución de agua potable, con objetivos y plazos concretos para alcanzarlos, ante el escenario de crisis climática que afecta al país.
Este compromiso, denominado “Hoja de Ruta: Plan de Reducción de Agua No Facturada (ANF) en el Sector Sanitario Chileno”, considera la creación de una mesa de trabajo con expertos, quienes tendrán la labor de establecer una metodología de medición única, para que se determinen metas individuales por compañía y celebren convenios con la SISS.
Este compromiso se inserta en un contexto en el cual la red de agua potable crece con las ciudades y supera los 42 mil kilómetros de longitud. Por su uso y circunstancias propias de los suelos, sismicidad, pérdidas comerciales, calidad de materiales de la red, calidad de arranques aportados por terceros, antigüedad, entre otros fenómenos hidráulicos, presenta un porcentaje de aguas no facturadas que a nivel nacional es cercano al 33%.
Los diagnósticos compartidos en el sector señalan que, para una gestión eficiente de las redes, se requieren avances de las empresas en registrar o precisar diversos usos no medidos del agua, así como una revisión por la autoridad de las normas sobre la calidad e instalación de las redes y mecanismos de financiamiento de los planes de acción.
La hoja de ruta que resulte del trabajo técnico sectorial considerará objetivos medibles de ANF y planes de acción fiscalizables por la autoridad. Esta hoja de ruta contempla un plan de trabajo en etapas, enmarcado en el principio de progresividad contenido en la Ley Marco de Cambio Climático.
Así, algunos de los frentes que trabajarán las empresas son las pérdidas aparentes, que incluyen las conexiones ilegales, el robo de agua, intervenciones de los medidores y debilidades metrológicas; y las pérdidas reales, que sí son fugas, para las cuales las sanitarias enfocarán sus esfuerzos a través de inversiones en tecnología que aseguren que puedan detectar las fugas de manera muy temprana, y aplicación de inteligencia artificial para realizar mantenciones predictivas que eviten los problemas.
Cabe mencionar que las empresas sanitarias han avanzado en planes integrales de gestión de redes, que consideran tanto intervenciones físicas como sensorización de las redes y adopción de modelos preventivos con uso de inteligencia artificial. Para ello, han invertido unos US$ 338 millones en los últimos cinco años, en medidas como búsqueda activa de fugas invisibles con más cuadrillas y nuevas tecnologías, programa de recambio de medidores domiciliarios, mejora en los tiempos de reparación de roturas encontradas y plan de renovación de redes, entre otras. En tanto, sólo en los últimos dos años se han invertido unos US$ 100 millones en medidas que apuntan hacia la construcción de planes integrales.
“Este acuerdo demuestra el compromiso de la industria sanitaria en cuanto a mejorar la resiliencia del sector, especialmente en un contexto de cambio climático que nos presenta cada vez mayores desafíos. A su vez, trabajar mano a mano con el regulador da cuenta de la urgencia de la situación, que requiere esfuerzos mancomunados de todos los sectores para cumplir el objetivo de asegurar el consumo humano y mejorar la eficiencia hídrica” señaló Lorena Schmitt, presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios, Andess AG.
Qué es el Agua No Facturada (ANF)
La manera de saber qué ocurre con el agua en las redes es a través de medidores que permiten determinar cuánta agua ha pasado por un punto en particular. Cada año se producen en Chile unos 1.800 millones de m3 de agua potable, sin embargo, parte de esa agua sale de la red de distribución sin que sea registrada por los diferentes medidores que controlan el ciclo urbano del agua (en las redes y domiciliarios).
Para entender, el agua facturada es el agua potable que llega a los clientes a través de las redes y se cobra en la cuenta mensual. El agua no facturada, es la diferencia entre la producción total de agua que sale de las plantas y entra a las redes, menos los que se factura a los clientes.
Entonces, ANF sirve como un indicador de eficiencia de gestión de las redes de agua potable, para saber cuánta agua del agua producida se está facturando, cuánta de ella se está usando y no se está facturando y cuánta de ella efectivamente se está perdiendo, lo que en un escenario de escasez hídrica es fundamental.