Mesa del Agua sugiere lineamientos básicos que debería seguir la política nacional de desalación
- Integrantes de la iniciativa Agua y Medio Ambiente dieron a conocer los resultados de su debate frente a la desalinización y cómo ha asomado como una alternativa de nueva fuente de agua, lo que constituye una oportunidad y un desafío, en especial para la política pública.
En el contexto de la crisis hídrica y la necesidad de transitar hacia el nuevo escenario derivado del cambio climático, la desalinización ha asomado como una alternativa de nueva fuente de agua.
Es por ello que, para los integrantes de la iniciativa Agua y Medio Ambiente, lo anterior resulta una oportunidad para insertarla en un marco que permita su desarrollo integrándola, de manera armónica, al conjunto de instrumentos de gestión frente al cambio climático y de adaptación a la creciente escasez hídrica. Sin embargo, a la vez es también un desafío ya que es necesario que la institucionalidad se adecúe para que la incorporación de esta tecnología se produzca en un marco que garantice la satisfacción de las necesidades de la población y la sustentabilidad.
Bajo ese marco, y con el interés de contribuir a un debate institucional, la Mesa del Agua puso a disposición el resultado de su debate en esta materia en el documento “Desalinización en Chile: desafíos y oportunidades para el aprovechamiento sustentable del agua de mar”, en el cual se proponen cuatro lineamientos que debe considerar una política pública de desalación.
Propuesta de lineamientos de política pública
De acuerdo a los integrantes, los lineamientos básicos que debería seguir la política nacional de desalación son los siguientes: seguridad hídrica a nivel de cuenca; altos estándares de la normativa ambiental y de participación ciudadana; planificación y ordenamiento territorial; y un modelo de financiamiento transparente para proyectos financiados con fondos públicos.
Sin embargo, aclaran que estos no son los únicos a considerar, ya que los proyectos de desalación son complejos y abarcan muchas aristas de la esfera pública.
“Por otro lado, dado el complejo escenario que atraviesa el país en materia de recursos hídricos, la desalación puede contribuir a disminuir el estrés hídrico que enfrentan diversas cuencas y ofrecer soluciones tanto para el consumo humano como para el uso agrícola e industrial, no obstante, es necesario evaluar de manera sinérgica el impacto que tendrán estos proyectos a corto, mediano y largo plazo para así contribuir a un adecuado equilibrio entre asegurar la inversión en el proyecto y garantizar la protección de los derechos a los beneficiarios y las generaciones futuras”, concluyeron.
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